Pero poco a poco, empezó a ver cosas extrañas. Aparecía diariamente
en una posición diferente a la que la había dejado, hasta el punto de que, con
el tiempo, cambiaba de habitación. Empezaron a aparecer notas escritas por
alguien desconocido con mensajes como «Ayúdanos» o «Ayuda a Lou». Y, un día,
descubrió sangre bajo la muñeca. Desde ese entonces expertos la han buscado
intensamente para que nada trágico ocurra con su presencia.